lunes, noviembre 27, 2006

Hebraice

No hay demasiadas palabras de origen semítico en las lenguas occidentales si excluímos los préstamos arábigos del castellano.
Aquí presento dos ejemplos poco comunes:

Sidra
Esta popular bebida hecha de manzana fermentada nos ha llegado desde el latín sicera (que da también en inglés cider, y en francés cidre), del griego sikera y en última instancia del hebreo shêkâr o el acadio shikaru "bebida embriagadora" (lo mismo significaba en latín y griego).

Macabro
El adjetivo que hoy en día tiene aún relación con la Muerte, proviene desde el concepto francés de la "dance macabre", una danza en la que la Muerte personificada hacía "bailar" a gente de todas clases y estamentos hasta un mismo fin.
El hecho de que en las lenguas semíticas la palabra mqbr (de la raíz qbr, sepultar, enterrar) signifique "tumba" hace a uno pensar si el término no acabó por llegar al francés desde la lengua fenicia de las colonias del sureste de Francia.

viernes, noviembre 24, 2006

Anglicanismos

FilóBlogos también está al tanto de las corrientes de moda, sí, señores. Y una de esas corrientes ha llevado hasta mí este texto anónimo. Que ustedes lo disfruten como yo lo he hecho.

"Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frías lunchs, y los repartos de cine castings, este país no es el mismo: ahora es mucho, muchísimo más moderno.

Antaño los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware.

Yo, en el colegio, hice aerobic muchas veces, pero, tonta de mi, creía que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor. Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap...

Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos. Ya no decímos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings.

Sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting , en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex.

Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino panties y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y después de afeitarse se echan after shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico.

El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing; no estudia, pero hace masters y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking.

El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager. Los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters, y hasta nannies, cuando el hablante moderno es, además, un pijo irredento.

En la oficina, el jefe está siempre en meetings o brain storms, casi siempre con la public-relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer gim-jazz, y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del yoghurt light y el body-fitness.

El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se jartan a bitter y a roast-beef que, aunque parezcan lo mismo, engordan mucho menos que la carne.

Ustedes, sin ir más lejos, trabajan en un magazine, no en un programa. En la tele, cuando el presentador dice varias veces la palabra O.K.y baila como un trompo por el escenario la cosa se llama show, bien distinto, como saben ustedes, del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carnaza y si es reality parece el difunto diario El Caso, pero en moderno.

Entre medias, por supuesto, ya no ponen anuncios, sino spots que, aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping.

Estas cosas enriquecen mucho.

Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, solo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra

"SIESTA."


(Nota sobre la atribución: en la mayoría de los sitios de internet se dice que fue enviado por un oyente anónimo a un programa de radio. Unos dicen que fue a Radio Nacional de España, y los más que fue a "Protagonistas" de Luis del Olmo, en Onda Cero. Unos dan como su autor a "una señora llamada Ana María", y Amando de Miguel dice que fue un tal "Joaquín Sempere". Pero quizás sea una confusión de Amando, y Joaquín Sempere sólo haya sido quien le ha enviado la referencia: la "hipótesis Ana María" parece confirmarse con nombre y apellidos aquí; se trataría de Ana María Valle. ¿Se nota que me gusta esto de las atribuciones?)

jueves, noviembre 23, 2006

Fuertes Burgos

Una palabra que ha dado lugar a muchos términos topográficos de toda Europa Occidental es "burgo".

Este vocablo, que abunda por todos sitios independientemente del país y la lengua (Burgos, Estrasburgo, Edimburgo, Hamburgo, Luxemburgo), entró en el castellano y en otras lenguas latinas desde las lenguas germánicas medievales(franconio y alto alemán), tras el período de las invasiones y en el momento en que estas belicosas élites comenzaron a asentarse construyendo "burgos", o fortificaciones elevadas, generalmente ciudades amuralladas erigidas sobre colinas.
Sus formas varían ligeramente de una lengua a otra: burgo (castellano), burg (francés, inglés y alemán), burgh (scots) y borough (inglés toponímico).

Con el tiempo acabó dando lugar el muy conocido término "burgués", por ser esta la clase social que a la larga más salió beneficiada de este peculiar entorno urbano.
En inglés también da curiosamente el nombre para el ladrón ("burglar"), otra de las clases sociales típicas de este hábitat.

Pero de la misma raíz indoeuropea (*bhergh) derivan otras palabras no menos interesantes y estrechamente unidas semánticamente a "burgo".

Estas son Berg, en alemán Montaña, y relacionado con burgo en el sentido de lugar elevado, y su compuesto derivado Iceberg ("Montaña de Hielo"), así como "barrow" en inglés, que significa "túmulo funerario", pues era costumbre antigua (célticas sobre todo) elevar pequeñas colinas de piedras y tierra sobre las tumbas.

Siglos antes de que los germánicos se "civilizaran" en Europa Occidental, los celtas ya vivían en sus poblados fortificados en lugares altos a los que llamaban "briga" (de la misma raíz), como atestigua la abundante toponimía (Segobriga, Coimbra, Brest, Briançon, Bregenz...).

Más controvertidamente, pero clave en su significado, proviene la palabra romance "fuerte" (<*brghto) en su sentido de "fortaleza".

miércoles, noviembre 22, 2006

Mio Íñigo

El nombre Íñigo es bastante conocido (por cierto, el otro día vi al famoso Íñigo de la tele, y es una pena cómo ha envejecido el hombre... pero ejem, no nos vayamos del tema). La cosa es que poca gente conoce sus orígenes.

El nombre está directamente relacionado con el nombre vasco ENEKO. Esto se ve en que el nombre de los reyes navarros "Íñigo" es, precisamente, ENNECO en varias fuentes medievales. De ENNECO a Íñigo no hay más que seguir las reglas del castellano, y de ENNECO a Eneko lo mismo con las del euskera.

Bien, son el mismo nombre. ¿Y qué significa? Pues, al parecer, se puede descomponer en -KO, que sería un diminutivo (parecido al -to que encontramos en "neskato" ("chiquilla"), y ENE, que significa aún actualmente en varios dialectos... el pronombre posesivo de primera persona, "mi, mío".

Y empiezan las dudas. ¿Cómo que "mi, mío" puede ser un nombre de persona? ¿A quién se le ha ocurrido? ¡Ya están estos filólogos inventando etimologías!

Entonces es cuando el filólogo sonríe aviesamente, retira una tela y descubre ante todos el nombre del... "MIO CID". ¡Sí! Los posesivos de primera personas se usaban como apodos en la Edad Media (y después) en Castilla. Tenemos otros ejemplos: "el mio Jason", "mi Salicio", "la mi Isabel"...

Y no es el único caso donde un posesivo se cruza con el euskera, en el entrañable mundo de la paleoantroponimia castellana... pero otro día pasaremos por la preciosa Guadalajara para comprobarlo.

martes, noviembre 21, 2006

Repostería: Gótico de Crimea

No es que ande falto de ideas ni mucho menos, pero sí de tiempo para elaborarlas y darle una vuelta más de rosca a las cosas.
Así que visto eso y en respuesta a un referrer (alguien que llegó a este blog buscando en google "gótico de crimea"), reposteo.

Posteado originalmente en: TCMS
Fecha: 22/01/2006


Gótico de Crimea
Si alguna vez oistéis hablar de la famosa historia sobre un viajero que afirmó que la lengua de los godos se perpetuó hasta el siglo XVII, y que a Tolkien le fascinaba que así hubieran podido permanecer hasta el siglo XX, he aquí la historia:

En 1562 un noble de la región de Flandes (Bélgica) llamado Oghier Ghislain de Busbecq, que ejercía las funciones de embajador del Sacro Imperio Romano Germánico frente al Imperio Turco Otomano, envió una carta a un viejo amigo de la escuela en Europa.
En ella le informaba de su encuentro con dos hombres de Crimea (península en el norte del Mar Negro, hoy en día perteneciente a Ucrania), lugar en el cual, como él habia oído frecuentemente, habitaban gentes que exhibian características germánicas en su apariencia, costumbre y lengua.
Movido por la curiosidad Busbecq se pasó mucho tiempo conversando con estos dos hombres intentando obtener información sobre su etnia. En el informe incluyó varias frases cortas en su lengua con su traducción latina, palabras, números y el comienzo de una canción (sin traducción).

Pero hay tres problemas principalmente a tener en cuenta a la hora de evaluar el reducido corpus lingüístico de esa lengua germánica:
1) De los dos hombres de Crimea, uno de ellos era nativo de allí, pero dijo que había pasado tanto tiempo entre griegos que prácticamente había olvidado su lengua materna, y el otro era un griego que aparentemente había aprendido la lengua de Crimea.
2) Busbecq no era lingüista ni por asomo y en su notación de la información de la que le dispusieron utilizó una ortografía ad hoc un tanto extravagante, mezcla de las tradiciones literarias de la lengua flamenca y alemana.
3) Esta información no ha llegado hasta nosotros directamente desde Busbecq, sino a través de una copia pirata francesa de esa carta, posiblemente copiada de otro manuscrito.

A pesar de todo ello la mayoría de los lingüistas coinciden en que el corpus refleja una lengua germánica de la rama Oriental (cuyo único miembro que ha llegado hasta nosotros es el visigótico del obispo Wulfila, y algunos textos ostrogóticos... las otras dos lenguas consideradas de esta rama son el vándalo y el burgundio, pueblos ambos que fueron exterminados sin dejar tradición escrita en su lengua), posiblemente un dialecto del ostrogótico tardío.

Sin embargo, este pueblo no dejó más huellas y seguramente fueran asimilados a las poblaciones que invadieron esa zona posteriormente (túrquicos como los tátaros).

Dejaron otras huellas no lingüísticas en períodos anteriores, como vasallos de diversos reinos, imperios y khanatos, incluyendo un arzobispado ortodoxo del Imperio Bizantino en Gothia (nombre de la administración bizantina de Crimea), ya que se dice que la mayoría de estos godos hablaban griego.

La carta de Busbecq aquí.


La verdad es que en lo que a fuentes lingüísticas se refiere no sé si es peor el caso de Busbecq o el de aquel viejo desdentado con problemas de dicción y sordo (llamado Tuone Udaina, o Antonio Udina en italiano), de quien un lingüista italiano sacó en 1897 información sobre la hoy extincta lengua dálmata (lengua romance de Croacia), ya que éste la había oído hablar a escondidas a sus padres cuando era pequeño. Un año después el último 'conocedor' de esta lengua murió por una mina antipersona.

lunes, noviembre 20, 2006

Autopublicidad: "keywordese"

Estoy sin internet en casa, y por eso estoy teniéndolo muy mal para escribir aquí...

Así que voy a hacer de la necesidad virtud, y "reposteando" un poquito, me hago algo de "autopublicidad", y presento aquí una entrada en un blog en el que colaboro en el trabajo.

Se trata del "keywordese", el idioma con el cual estamos aprendiendo a comunicarnos en internet con los buscadores.

Disfrutadlo: ¿Todos hablar 'keywordese'?

Nueva palabra descubrir mundo buscadores. Nombre "keywordese", dar mucho hablar adelante.

...pero mejor continuemos hablando en español, y no en este nuevo idioma que está surgiendo gracias a los buscadores tradicionales: el "keywordese" (de "keyword", "palabra clave").

¿Quién no ha usado alguna vez el "keywordese"? ¿Quién, por ejemplo, no ha ido a Google y ha hecho una consulta del estilo de "ver película señor anillos madrid"? Los buscadores tradicionales nos han acostumbrado a utilizar en nuestras búsquedas sólo las palabras que suponemos que van a ser más relevantes, y que no van a generar ruido.

[...]

jueves, noviembre 16, 2006

Ver para saber

Otra de esas delicias del cambio semántico motivado por la forma de pensar del Ser Humano es el caso que vengo a presentar aquí.

Las lenguas germánicas constituyen un grupo bastante especial dentro de las lenguas indoeuropeas, y no precisamente por su arraigo al modelo originario, sino justamente por los cambios radicales que presenta su fonetismo, su morfología, su sintaxis y su léxico (todas estas características puestas juntas incitan a más de un lingüista reputado a afirmar que esto es a causa de la adquisición de la lengua indoeuropea por un pueblo completamente ajeno a ella, pero esto no viene a cuento ahora).

El ejemplo particular del que trato en este post es una variación muy curiosa y sin embargo aceptablemente lógica en una de las raíces indoeuropeas en la rama germánica:

*wid- / weid- / woid- : ver
(-/-e-/-o- es la alternancia apofónica o Ablaut, regular en muchas raíces indoeuropeas)

Claramente podemos observar que nuestro propio ver proviene de ahí, a través del videre latino, así como otras palabras: visión, vista...

Pero el asunto es que en las lenguas germánicas no significa "ver", sino "saber", como se aprecia en las siguientes palabras:

Alemán wissen, saber

Inglés wise, sabio, wisdom, sabiduria, wit, conocimiento, witty, sagaz.

El cambio se produjo cuando se asumió la forma pretérita del verbo indoeuropeo para "ver" como una forma presente del verbo "saber".
Atención a la equivalencia hecha en la mente de los hablantes:

"Vi = Sé"

Y es que la forma del verbo germánico "saber" es la de un verbo ni fuerte ni débil llamado de "pretérito-presente" (clase de la cual, todo sea dicho, no es el único), pues la mayor parte de su paradigma verbal proviene de una forma derivada de la raíz anteriormente mencionada más el sufijo pretérito "-to", aunque en las formas flexivas desprovisto de su vocal y quedando reducido a "-t-". Algo, pues, como *w(e)id-t-, de donde vienen

Gótico wait, Nórdico veit, Anglosajón wát, Antiguo Alto Alemán weiz (> alemán (ich) weiss), "sé".

Esto tiene un cierto paralelismo en la forma griega οιδα ("yo observé" > "yo sé"), de la misma raíz (con la ya típica caída inicial de w-).

Esta raíz da aún muchos términos interesantes en indoeuropeo, y resaltaré estos entre otros:

Inglés witness: por azar este verbo ha retomado parcialmente el significado de "ver", ya que se usa con el sentido de "presenciar", "observar" o "ver" un evento.

Occitano guidar: "guiar", prestado de una lengua germánica (seguramente el franconio).

Del Griego idea, ídolo: ambos relacionados con eidos (de *weid-), forma, apariencia (<"cosa visible").

Del Griego Historia: de histôr, hombre sabio.

Francés guise: en castellano "guisa", pinta, apariencia, de origen germánico, *wissôn, relacionado directamente con wise en inglés en su uso como "forma, manera" (p.j. clockwise, en el sentido del reloj).


Como anécdota diré que en la famosa película (y libro, por supuesto, por Burgess) "La Naranja Mecánica", en la jerga juvenil inventada en la que hablaban los personajes estaba incluido el verbo viddy para "ver" (prestado en esa jerga desde el ruso vidiet, de igual significado y origen que nuestro "ver").

Ain't you viddy that, droog?

martes, noviembre 14, 2006

Dedos checos

Hay un idioma sin vocales.

Vaale, no, esto no es cierto. Pero sí es verdad algo. En checo... Mmm, tengo que explicar algo antes.

Todos tenemos la idea de lo que es una sílaba. Por ejemplo, "LAS" es una sílaba. Y tiene un "núcleo silábico", la "A", y dos márgenes, la "L" y la "S".

En español, sólo las vocales pueden ser núcleos silábicos. Esto significa que es necesario que haya una vocal al menos para que algo sea una sílaba. "L" o "R" o "TR" no podrían ser sílabas: "AL", "RA" o "TRA" sí pueden serlo.

Pues en otros idiomas, como el checho, hay algunas consonantes que también pueden ser núcleos silábicos. Son las "consonantes líquidas", como la "l" y la "r".

Esta característica ha hecho al checho un idioma mundialmente famoso, sobre todo desde que se descubrió que era así el único idioma en el que era posible crear frases enteras sin usar una sola vocal. Como por ejemplo, la mítica frase:

"Clava el dedo en tu garganta":

Strč prst skrz krk

¿No es una preciosidad?

En fin, lo de las "consonantes silábicas" ocurre en bastantes idiomas, incluyendo el propio inglés ("people" es una palabra con dos sílabas, y el núcleo de la segunda es la propia "l", si os fijáis), pero como se mantienen en la escritura, parece que se notan menos... Pero sigue siendo una característica admirable para nosotros los hispanohablantes. Y en cualquier caso, ¿qué otros temas se os ocurren para iniciar conversación con un checo? :D

lunes, noviembre 13, 2006

Baluarte tiene poco de arte

Esta palabra, que tan bonita es fonestésicamente, es una de esas palabras bélicas que provienen de lenguas germánicas en castellano, aunque, contrariamente a la mayoría de este ámbito, no de la lengua visigoda, sino en este caso de la neerlandesa medieval (que no es sino una forma algo evolucionada de la lengua de los francos, lengua de la cual también viene en castellano flecha, del término *flekke, volador, neerlandés medio vlieke, comparar con el verbo alemán fliegen, volar, y el inglés fly).

La palabra original es "bolwerc", literalmente "trabajo de empalizada", traduciendo "empalizada" como una obra defensiva hecha de madera (en castellano es más exactamente referido a las construidas mediante estacas, que finalmente también son de madera, pues con esa misma raíz bol, se encuentran cosas como bole, en inglés un tipo de cerámica, que originalmente provenía del nórdico bolr, "tronco de árbol"), y con el elemento werc claramente emparentado con el inglés work, el alemán Werk, y ya que estamos con el griego ergos (via *wergos) y el armenio gorc (todos con significado "trabajo").

La palabra llegó al castellano a través del francés balouart, pero antes pasó también al inglés directamente desde el neerlandés como "bulwark", de uso similar en el entorno anglófono, aunque, en mi opinión, bastante más fea (siempre pensé que el holandés es la lengua germánica menos agraciada).

La evolución fonética de la palabra a la lengua romance que primeramente la adoptó (el francés) fue desde luego acertada.
bolwerc > balwarc (1) > balouarc (2) > balouart (3)
(1) El reajuste del timbre vocálico estuvo sin duda influenciado por las consonantes adyacentes, y muy posiblemente ya se pronunciara muy similar a esta forma, a pesar de su grafía en el momento en que se prestó al francés y al inglés (dada la grafía bulwark).
(2) Este cambio w- > ou-, ya sí es muy romance, pues estas lenguas carecen tradicionalmente de la semivocal w- en su escritura (y en la mayoría de los casos son más bien tomadas como vocales que como consonantes). Cambios en la ortografía parecidos se aprecian en unas palabras del gótico de Crimea documentadas por un hablante románico.
(3) Sin duda el cambio que más distinción le otorga a la palabra es la asimilación progresiva de la oclusiva velar -c hacia la zona dental de la r, convirtiéndola en -t, que seguramente acabó por caer en francés, pero que el castellano mantuvo gracias a una hábil -e final necesaria para poder ser una palabra pronunciable en esta lengua.


Así, ya véis, que esta sugerente palabra contiene casualmente -arte, pero no tiene ninguna relación con el vocablo latino ars, a pesar de que en un deliberado juego de palabras así llamaron a un palacio de congresos y artes en Pamplona (enlazándolo también con el muy frecuente en la toponimía vasca sufijo -arte, con significado "entre", como en Zubiarte, "entre puentes").

domingo, noviembre 12, 2006

Saelices, Santelices y San Felices

Éstos tres son pueblos de Castilla. Saelices está en Cuenca, Santelices en Burgos, y hay varios San Felices en distintos sitios (Huesca, Palencia, Salamanca...).

Los tres nombres provienen del mismo sitio, y su diferencia nos sirve para ilustrarnos un fenómeno curioso: los distintos momentos en los que cayó la letra F.

El nombre latino del que provienen es SANCTIS FELICIS. Hay que notar que es un genitivo (la palabra "feliz" es FELIX, y su genitivo es FELICIS). Lo que significa que, más que significar "San Félix", es más bien "De San Félix" (lugar de San Félix, iglesia de San Félix...). Cuando vemos una -S en un nombre castellano siempre pensamos que es un plural, pero en este caso es un resto fosilizado del genitivo latino. Hay alguno más, que veremos otros días.

En los casos en los que se mantiene la F y no se pierde, como es el caso de Aragón o de León, la cosa está clara: SANCTIS FELICIS > Sant Felices > San Felices. Así surgen los nombres en Huesca o en Salamanca, por ejemplo.

Pero sabemos que en Castilla la F- normalmente desaparece. En algunos sitios desaparece antes, y en otros después. En algunas zonas (en este ejemplo Cuenca, que es Castilla La Nueva), la F- tarda en desaparecer; por eso, SANCTIS FELICIS se convierte en Sant Felices, luego en San Felices... pero después la N y la F acaban por asimilarse, dando como resultado *Saffelices. Y al desaparecer la F, ¿qué tenemos? Saelices (no puedo olvidarme de la Saelices del Río leonesa, también al lado del Valderaduey, y escrita también "Sahelices").

Y sin embargo, en Castilla La Vieja (sobre todo en Burgos) la F desaparece muy rápidamente. Tan rápida, que ya ha desaparecido... ¡incluso antes de que caiga la T de SANT! Y por eso, SANCTIS FELICIS da Sant Elices... y de ahí, exactamente, ¡Santelices!

En resumen, con estos tres nombres se puede ver cómo en algunos sitios la F desaparece tan pronto que la T de SANCT aún no ha desaparecido (Burgos), en otros aguanta lo suficiente como para que la F se coma a la N y luego desaparezca (Castilla la Nueva), y en otros se mantiene hasta hoy (León o Aragón). Y todo esto, simplemente de las variantes de un nombre.

Por supuesto, hay casos de nombres fuera de las regiones, porque los nombres se copian entre pueblos, pero el caso al menos siempre me ha parecido curioso :)

viernes, noviembre 10, 2006

Homero y los Hititas

En el anterior post expuse de manera tangencial un montón de cosas que tal vez trate de desarrollar mejor en posts posteriores, como es el caso de éste.

En la Iliada (que aún no me he leído, por cierto) Homero narra unos acontecimientos que supuestamente sucedieron unos 5 siglos antes entre griegos y anatólicos.
Lo relevante de este texto es que constituye la primera novela "moderna" de la Humanidad, y a la vez la primera novela de ficción, pues mezcla sucesos históricos con temas inventados por placer literario.

Lo que aquí vengo a contar es la relación filológica entre lo que cuenta la novela y los términos históricos documentados.

Los hititas eran un pueblo de habla indoeuropea en su rama anatólica (tanto geográfica como lingüísticamente, la primera separarse del núcleo indoeuropeo central y la que presenta más arcaismos) que conformaron en Asia Menor el Imperio Hitita sobre la base del anterior reino de los hatti, de habla no indoeuropea, posiblemente emparentada con las lenguas caucásicas del Sur. El nombre hitita proviene del hebreo bíblico, donde les llamaban hittim e hijos de Heth, nombres relacionados con el de los hatti (con los que al parecer se identificaron parcialmente formando un superestrato sobre las gentes y hablas previas).

De los documentos (especialmente cartas) de esta gente se sacan algunas palabras (topónimos y antropónimos) que dan una cierta base histórica a la narrativa homérica, aunque he de apuntar que los troyanos no pertenecían al mismo pueblo hitita (aunque estuvieron unidos políticamente a ellos) y hablaban una lengua desconocida no indoeuropea (por las opiniones de la época) de la cual no hay referencias directas.

Wilusa o Wilusiya: es el nombre de la ciudad mencionada en una de estas epístolas a un rey griego, en la cual se da por zanjado el incidente de la invasión aquea de la tributaria ciudad de la costa occidental de Anatolia. Se identifica generalmente con la propia Troya, bajo su forma Ilios griega, de un anterior Wilios.

Assuwa: es la confederación de estados anatólicos de la costa occidental entre los cuales se encontraba Troya-Wilusa (recordemos que las ciudades-estado eran práctica habitual en esa época), y nombre del cual se ha sugerido que venga la palabra griega "Asia" para denominar a todo el continente, que en principio se restringía a Asia Menor (Anatolia).

Ahhiyawa: nombre que aparece en todos los textos hititas para referirse a los "griegos". Se ha identificado con los "aqueos", que es una de las divisiones tradicionales de los pueblos griegos (que de hecho llegaron a Grecia en sucesivas oleadas de invasiones indoeuropeas, al estilo en el que lo hicieron los celtas a la Galia, Iberia y las islas británicas), siendo las otras "dorios", "jonios" y "eolios", en griego de la antigua provincia Achaea (< *Achaiwa).


Piyama-Radu: es un personaje anatólico del cual se habla extensamente en la carta de Tawagalawa, y se dice de él que es un aventurero rey de Wilusa (Troya) y que causa bastantes problemas a los hititas. Se identifica con Príamo, el rey de Troya.

Alaksandu: hijo de Piyama-Radu, y rey de Troya después también, es Alexandros de Ilion, más conocido por su sobrenombre de Paris.


Más información en Historicidad de la Iliada.

Lagartos gigantes

Seguramente muchos de vosotros sabréis que "alligator" significa "lagarto" en inglés.

Pero seguramente menos de vosotros sabréis (yo tampoco lo sabía hasta que me lo avisaron dos amigas) que "alligator" proviene de... ¡"el lagarto"!

Como se explica en The American Heritage, ya en 1568 se mencionaba la palabra en su forma original: “in this river we killed a monstrous Lagarto or Crocodile.” En Romeo y Julieta de Shakespeare apareció por fin anglicizado, pero con una forma distinta a la actual: “In his needie shop a tortoyrs hung,/An Allegater stuft.”

Esta etimología tiene su lógica, si sabemos que este animal únicamente existe de forma nativa en las zonas del sur de EEUU.

La otra voz relacionada, "crocodile", proviene sin embargo del francés antiguo, como tantísimas palabras del inglés, y del latín COCODRILUS.

Y de regalo, una foto de un simpático lagarto que he conocido estos últimos días:

martes, noviembre 07, 2006

Urbi et Orbi

Siempre me llamó la atención la palabra vasca que designaba "ciudad": hiri.
Este interés fue principalmente motivado en inicio por la lectura del libro de Federico Krvtwig "Garaldea" (lingüística surrealista como pocas); entre tanta teoría fantasiosa sobre el euskera quedaba un fino poso de realidad.
El término, escrito con hache en batua (euskera estándar), presenta al parece una leve aspiración inicial en algunos dialectos (pero no es común en la zona vascófona meridional), o al menos la grafía así debe presuponerlo, sin embargo no hay indicios que muestren un origen velar, esto es, de [x] o [k] anterior (como es el caso de otras haches iniciales del euskera, cf. haitz peña, topónimo Jaizkibel [xaiskibel], harkaitz, habia nido, kabia, hutxa caja, kutxa, hori ese, roncalés kori, hemen aquí, roncalés keben, harri piedra, irlandés carraig, angloirlandés carrick, britónico *karreg, galés carreg, bretón karreg, córnico karrek, karregi), no hay **jiri [xiri] ni **kiri atestiguadas, así que puede que esa aspiración o bien tenga otro origen o sea un desarrollo secundario posterior.

En lengua íbera es ésta una de las pocas palabras que se pretende conocer con seguridad de su léxico, pues recordemos que esta lengua aún no ha sido descifrada, y el conocimiento que tenemos de ella es muy parcial (en ambos sentidos).
El vocablo íbero se suele presentar bajo la forma iltu(r), illu(r), ilti(r), illi(r).
Esta variedad de formas no lo es tanto, al fin y al cabo tenemos que tener en cuenta que la "lengua" íbera abarcaba en su tiempo territorios desde los pirineos orientales hasta la costa oriental andaluza, lo que dada la época y la incohesión política de sus dominios hace suponer claramente que se trate de un conjunto de dialectos interrelacionados antes que de una lengua. Además, los cambios que presenta esta palabra son bien pocos:
- La vacilación -lt- / -ll- es un típico cambio fonético de asimilación progresiva, que pasaría por una etapa intermedia de -ld- (sonorización de la oclusiva), pero como -t- y -d- son el mismo fonema en íbero, no habría diferencia y el cambio sería de lo más normal. También podría tratarse de disimilación de -ll- a -lt- (menos común pero posible).
- La alternancia -u-/-i- es muy común (véase la y griega o la u francesa), y más en este caso que el cambio hacia una u otra vocal podría estar condicionada por dos factores: la consonante líquida y la i inicial.
- Es más destacable la opcionalidad de la -r final, que o bien puede tratarse de un sufijo nominal y/o declinativo o parte de la alternancia propia de la raíz (como sucede en euskera en varias raíces: go(r), crudo, rojo, duro, egu(r/n), día, sol, leña, zu(r), madera, blanco, ho(r/n) deíctico de proximidad).

La palabra íbera aparece frecuentemente en topónimos pertenecientes a su zona lingüística (ver este mapa, que lo equipara con el -briga céltico en cuanto a frecuencia toponímica prerromana peninsular): Illiber(r)is aparece en muchos antiguos lugares íberos (por ejemplo, Elvira, actual Granada), muy tentativamente traducido como "Ciudad Nueva" o "Villanueva", en base al modelo vasco "Hiriberri", topónimo al cual se superpone geográficamente y mezcla en época antigua, como son los casos de Illiberris en la Aquitania, Liberri y Lumbier en Navarra, deducibles de Illiberri, el segundo más bien de *Illunberri.
También aparece en uno de los nombres que los geógrafos griegos (Estrabón) dan a Huesca (Osca en latín, supuestamente Bolskan en algunas inscripciones íberas): Ileoskan.
Si la forma original (más arcaica) íbera fuera iltur no debería descartarse que el vasco itur estuviera emparentado, a pesar de que su significado habitual sea el de "fuente", pues es abundante en la toponímia desde muy antiguo (Ituren, Iturmendi, etc.), aunque también en romance con ese significado (Fuenclara, Fuendetodos, Fuentedé). Tanto itur como *ilur contienen el elemento -ur ('agua'), en el caso de la "fuente" la relación es evidente (pero ur, agua, tiene -r vibrante simple, ur-a con el artículo definido, mientras que en itur es vibrante múltiple, en su forma normal iturri, iturri-a con artículo definido).

Yo ya propusé una vez la relación entre uri (ciudad) y ur (agua), pues es elemento determinante de una ciudad el tener una fuente de agua cercana, ya sea por río o mar, y regla sine qua non para las urbes de la Antigüedad. Claro que esto sería una explicación etimológica de la palabra desde las raíces propias de la lengua, pero como se verá es más posible que no se trate de un término intrínseco del euskera (cuando por otra parte no es la ciudad el hábitat normal de la tradición vasca, sino el pueblo o el caserío, herri y baserri, bas-erri 'pueblo del bosque', respectivamente).

He de precisar que obsoleta como está desde hace mucho ya la teoría vasco-iberista que agrupa a estas lenguas bajo una misma familia lingüística (hoy en día se considera que simplemente comparten características areales) estos términos se entenderían como préstamos del íbero al euskera.

Las demás versiones euskéricas y toponímicas vascas de la palabra incluyen una -r- media y las vocales i y/o u: hiri, iri, iru, uri, uru (Uribarri es muy común, Hiribarri es practicamente un neologismo para traducir Villanueva al euskera, Irun, Irunea, Irurtzun, Iruri, Uruña...). Esto sería fácilmente explicable desde un *illi anterior puesto que el euskera regularmente transforma -l- / -ll- a -r- en posición intervocálica (Alava -> Araba, Ayala -> Aiara, Subola -> Zuberoa, euskara/euskaldun, abere/abeldun), al igual que el romance gascón.
Hay otros topónimos fuera de la zona vascófona moderna, pero sí prerromana, como Iluron > Oloron (mantiene la -l-), en la región del Bearn en Gascuña, adyacente a la provincia vasca de Zuberoa.

También Julio Caro Baroja enlazaba el sufijo -urris con ciudad en vascón, como en Calagurris (Calahorra, La Rioja), y la ciudad de Gracco (un general romano), Graccurris, antes conocida como "Ilurcis" (Alfaro, La Rioja). De tal modo la líquida es -rr- (vibrante múltiple) y no se explicaría la -r- evolucionada de -l-, pero llama la atención hacia la similitud entre hiri (ciudad) y herri (pueblo), cuya diferencia fonética apenas no es sino sólo esa. Adicionalmente esos dos topónimos de zona de contacto entre celtíberos y vascones nos sugieren *kurri/*gurri como "ciudad" (de ahí sí tendría sentido la h- de hiri....¿o incluso la de herri?).

Y bien, que ni siquiera hemos salido aún de la península ibérica. Sin salir de ella podemos agregar el elemento semítico, en forma de la presencia de fenicios y cartaginenses de manera continuada y antigua en toda la costa mediterránea ibérica, en contacto directo con íberos, tartésicos y turdetanos (no falta quién explica "Hispania" como procedente de la lengua fenicia).
Puede incluso ser que fueran ellos (los semitas) los primeros en fundar realmente "ciudades" en la península (seguidos de los griegos, y luegos los íberos bajo toda esta influencia civilizadora mediterránea).

No conozco de la relación directa entre la lengua fenicia, el íbero iltir y el vascón *illi, pero sí el término hebreo (muy estrechamente emparentado con las demás lenguas de Cananea como es el fenicio) para designar ciudad: ´ir עיר (´ indica el 'espíritu áspero o fuerte' del griego, transcrito generalmente como h-, como en hydro ύδρο-, que es la letra ע ´ayin hebrea, que contrasta con el 'espíritu suave o débil' de la letra א `alef hebrea).
Con esa palabra se han intentado explicar topónimos como Jerusalem יְרוּשָׁלַיִם ('Ciudad de la Paz', aunque jeru- se relacionó posteriormente con el adjetivo hieros griego, sagrado, como en "jeroglífico"), que los egipcios llamaban Urusalimum y los asirios Ursalimmu.

Desde Canáan viramos un poco hacia el noroeste, siguiendo la costa hasta llegar a la Troya de Homero, llamada Ilion o Ilios, de donde viene La Iliada. Este mítico topónimo parece que fue anteriormente Wilion / Wilios, con digamma griega (letra que se perdió luego, aunque dejó una 'espíritu suave' en su lugar en muchos casos: Ίλιον), y se relaciona con la palabra hitita Wilusa, referida a una ciudad tributaria del Imperio Hitita (pero no de lengua hitita - indoeuropea) en la costa occidental de Anatolia que había sido atacada por los aqueos. Su coincidencia fonética con el *illi íbero/vascón es percibible a simple vista y resulta casi idéntica a topónimos vascos como Irun o Irunea.

Nuestro viaje continúa sin salir de la zona de influencia semítica hacia Oriente, claro que ahora la influencia no va desde los semitas sino hacia los semitas; y es que hablo de Sumer, Sumeria, en la vieja Mesopotamia pre-semítica.
Sumer es una de las primeras civilizaciones del Ser Humano (si no la primera en su sentido más literal, civilización -> ciudad), y si por algo se caracteriza es por sus ciudades-estado, entre las cuales se encontraban las vetustas Ur y Uruk.
Efectivamente, uru significa "ciudad" en sumerio (documentado en textos independientemente de esos topónimos).

La civilización semita que surge de las cenizas de Sumer es Acadia y luego Babilonia. En acadio-babilónico ciudad se decía âlum, en su forma constructra âl(i), muy poco concluyente la verdad, aunque pueda estar emparentado con el ´ir hebreo, y si no me equivoco con cierto el árabe para "ciudad" (al menos en topónimos).

Vecino de Sumer era el reino de Elam.
Los elamitas hablaban una lengua no indoeuropea (al igual que el sumerio, dicho sea de paso), y se especula que migraron a la actual Persia desde África y en una época contemporánea a los sumerios establecieron ahí su reino. Posteriormente se dirigieron hacia el Este y entraron en el subcontinente indio por el noroeste de éste y avanzaron hacia el Sur (probablemente por la presión indoeuropea del Norte), dando lugar a las lenguas dravídicas de la India (mayoritariamente en el Sur, y algunas arcaicas en el noroeste).
En las lenguas dravídicas los romanos (Plinio y Ptolomeo) documentan el sufijo -our u -oura significando "ciudad", en proto-dravidico *ûr (The Dravidian Languages. Bhadriraju Krishnamurti).

Por último tenemos la palabra que aparece en el título del post ('A la Ciudad y al Mundo'), la latina urbs, cuyo origen no está nada claro, por un lado se dice que es de origen etrusco, y por otro se afirma su origen indoeuropeo, emparentado con "vardanam" (lugar fortificado, ciudad, en Persa Antiguo), de la raíz *werg- (envolver, proteger). En cualquier caso, la inclusión de "urbe" aquí es poco más que anecdótica.

Soy consciente de que he mezclado un poco todo y no he dado una versión clara del asunto, pero el hecho es que las cosas son así, no hay ninguna teoría universal que una todo esto, y muy posiblemente algunos o varios de estos términos no sean más que coincidencias fonéticas casuales entre dos lenguas, teniendo en cuenta la variedad de lenguas tratadas y lo corta que es la palabra.

Mi opinión, pues, sería que la palabra se origina en Mesopotamia (Sumer) y ésta es prestada por un lado al Este a los elamitas que la llevan a la India (dravídicos), y por otro al Oeste a los semitas (¿y a los troyanos de lengua desconocida?) que la llevan al Mediterráneo occidental junto con el concepto nuevo que representa ("ciudad"), que es adoptada por íberos, que a su vez se la prestan a los vascones y aquitanos (o estos la toman prestada directamente de semitas).

Pero en todo ese recorrido hay muchas lagunas, algunos cambios fonéticos inexplicables y coincidencias con otras palabras no relacionadas (de todas formas hemos visto ya otros casos igualmente intrincados con ejemplos de lenguas modernas).

Así que al final puede que simplemente todos se pusieron de acuerdo para inventar palabras parecidas...

El mapa muestra de manera simple la localización de los diversos términos para ciudad en la Antigüedad:

Repostería: "Veleia: Descubiertas las primeras palabras en euskera"

En mi otro blog, Desde mi roble, escribí sobre las famosas palabras vascas de Veleia. Como éste sitio es más apropiado para ello, lo reposteo aquí.

Y me recuerda Fiondil que se han anunciado nuevas declaraciones sobre este tema para los próximos días... ¡Estaremos atentos!

VELEIA: DESCUBIERTAS LAS PRIMERAS PALABRAS EN EUSKERA

Iruña-Veleia es una antigua ciudad romana, situada en la actual Álava, en el País Vasco peninsular. El yacimiento arqueológico que la estudia ha descubierto cosas interesantísimas, como un calvario (representación de Jesús crucificado con los dos ladrones a los lados y María a sus pies) del siglo III, ¡el más antiguo conocido actualmente! Habida cuenta que se ha estado bastante tiempo hablando de la "cristianización tardía de Vasconia", estos elementos parecen demostrar que el cristianismo penetró en la zona vasca a la vez que en el resto de su entorno (lo que, por otra parte, era lo lógico).

Pero, a consecuencia de unas filtraciones, los responsables del yacimiento han dado una rueda de prensa hace pocos días, donde han reconocido que se ha descubierto también el conjunto de palabras en euskera más antiguas, sólo superadas por las inscripciones de nombres propios en la Gascuña.

Estas palabras han asombrado por su parecido a las actuales; parece que, efectivamente, el euskera no ha cambiado tanto en 2.000 años. "IAN, LO, EDAN" ("comer, dormir, beber"); "URDIN, ZURI, GORI" ("azul, blanco, rojo")... y muchas otras que quedan por mostrarse. Para los interesados en la historia del euskera, interesantísimo, sobre todo porque también puede echar por tierra otra teoría, ésta más moderna: la de que el euskera no es, paradójicamente, propio del País Vasco, sino que provino del otro lado de los Pirineos. Si se confirman estas inscripciones como datadas en el siglo III, la oriundez del idioma en tierra vasca se verá apoyada.

Por último (aunque seguro que volveré a esto): otras de las inscripciones euskéricas aludían directamente a la fe cristiana: "GEURE ATA ZUTAN" ("nuestro padre en vosotros"), y, sobre todo, una entrañabilísima inscripción: "IESUS, IOSHE ATA TA MIRIAM AMA" ("Jesús, el padre José y la madre María"). ¡La Sagrada Familia!

En fin: para mí, uno de los descubrimientos históricos más emocionantes de toda mi vida. Y según nos han dicho, no se ha mostrado ni el 10% de lo que hay. ¿Podré aguantar la tensión? :D

Gaitas


Tiene gracia que se tenga aceptado comúnmente que el nombre del popular instrumento musical de los gaiteros venga del gótico gáits (cabra, cf. ingl. goat), pues de la piel de este animal fabricaban los odres que contienen el aire.
Y lo digo porque no hay ninguna prueba evidencial de esto, es simplemente que a alguien (probablemente Corominas) le pareció que la similitud fonética era suficiente como para inventarse la historia escrita ahí arriba.
Ya que al fin y al cabo... ¿qué relación especial existe entre godos y gaiteros?
Es más, el significado primario de gaita no es del gaita gallega (o asturiana, o aragonesa, que para el caso coinciden en morfología), es decir, el de un instrumento de viento con bolsa (¿de cabra?), sino el de un
instrumento musical de viento parecido a una flauta o chirimía de unos 40 cm de largo.
Esto es, un clarinete (denominación genérica de los instrumentos con lengüeta), al estilo de las xirimías catalanas, las xeremías trobadorescas, las zurnas turcas o las dulzainas castellanas, aragonesas y vascas (abundantes por doquier y en muchos lugares denominadas "gaitas").

Casualmente a ese tipo de instrumento existente en Marruecos se le llama allí "ghaita" (o rhaita, es un sonido uvular sonoro fricativo).
También en los Balcanes encontramos un instrumento de ese estilo, pero éste con odre incorporado, llamado "gaida" o "gajda", y de procedencia anatólico-caucásica.
Puesto que la gaita es un instrumento cuyo origen es del Mediterráneo oriental, ¿no sería más fácil explicar su nombre con aquéllos?
El hecho de que la denominación de gaita (compartida con el árabe marroquí) sea principalmente para un instrumento sin bolsa (aunque de sonido similar) deja en evidencia la dificultad de que el origen de la palabra yazca en un término de la lengua de un pueblo invasor y minoritario del siglo VI referida inicialmente a la propia bolsa.

No tengo una teoría que explique la palabra, pero las referencias al mundo árabe y mediterráneo son más claras que las que apuntan al Norte.
De todas maneras, las gaitas gallegas y asturianas parece que fueron llevadas por emigrantes britanos y bretones desde el siglo VI, aunque no es descartable que los romanos, griegos o fenicios ya hubieran traído antes instrumentos de lengüeta (un tal Silius Italicus dice que los celtas de Gallaecia tocaban un instrumento llamado "caetras" o "gaethas") o incluso con odre, muy conocidos en el mundo antiguo, antes de que los gaélicos las hicieran muy suyas.
Los árabes ya trajeron con ellos en el siglo VIII otros instrumentos de viento emparentados con las gaitas: albogues y albokas (del árabe al-bûq, "el cuerno").

El juego de los países

Después de un fin de semana fuera, y de varios problemas con mi conexión (que aún no he solucionado), vuelvo por aquí.

Y gracias a la ayuda indirecta de Níniel, puedo poner aquí un post que llevaba buscando varios días, que sabía que tenía escrito y que no sabía dónde.

Así que, para todos ustedes... El juego de los países.

¿Alguien puede decir cuáles son los siguientes países? No vale mirar a Google (y Fiondil, ¡no respondas tú tampoco!).

1- Shqipëria
2- Österreich
3- Hrvatska
4- Kýbrýs
5- Eesti
6- Ellas
7- Magyarország
8- Lietuva
9- Norge
10- Sverige


¡Suerte!

jueves, noviembre 02, 2006

Dialectos que son lenguas y lenguas que son dialectos

Recientemente me he desengañado con respecto a algunas lenguas sobre las cuales desconocía practicamente todo.
Y en ese misterio de la ignorancia tenía unas ideas preconcebidas sobre ellas, ¡cuán lejos de la realidad!

Macedonio, lengua que creía indudablemente descendiente del Macedonio Antiguo, una de estas rarezas indoeuropeas inclasificables en ninguna de las ramas comunes (al igual que sus balcánicos vecinos inmediatos: el tracio, el frigio, el ilirio y el albanés), aunque posteriormente convergió con el Griego Clásico hasta acabar reducido al estatus de dialecto.
Sin embargo, cuál fue mi desilusión al leer que el macedonio actual es una lengua eslava, y más aún, ¡que no es sino un dialecto del búlgaro!
La historia tiene tela, y es un tema controvertido, puesto que está el nacionalismo macedonio (promovido inicialmente por los serbios para evitar la identificación con un estado extranjero, Bulgaria, de parte de su población yugoslava) por medio.
El caso es que una vez Macedonia fuera de la órbita cultural e identitaria búlgara (cosa del siglo XX), lo siguiente fue estandarizar una lengua macedonia distinta a la búlgara. Así, se usaron dialectos occidentales búlgaros, mientras que la estándar de Bulgaria estaba basada en dialectos orientales.
No obstante, todo esto no impide que la inteligibilidad sea completa entre ambas lenguas, puesto que al fin y al cabo son dialectos de una misma.

No muy lejos de esa zona, hallé que también el moldavo y el rumano son la misma lengua. Aunque en este par de lenguas el hecho diferencial reside en la escisión de Moldavia de Rumania y su integración en la URSS.
La política soviética con respecto a los moldavos fue la de promover una identidad moldava distinta de la rumana, y crear un nuevo estándar lingüístico. Bueno, lo consiguieron, e incluso impusieron el alfabeto cirílico para el moldavo, aunque actualmente haya vuelto a ser el latino.
Pero los lingüistas siguen afirmando que ambos estándares son idénticos, a pesar de que en la constitución de Moldavia ponga "La lengua del país es el moldavo".
Irónicamente el himno estatal se llama "Lengua nuestra".

No sobra decir que en Bulgaria siguen considerando búlgaros a los macedonios (y otorgan la nacionalidad búlgara a cualquiera que la solicite) y en Rumania a los moldavos rumanos (y hubo un atisbo durante los 90 de unión otra vez, pero por alguna razón, ambos estados volvieron a alejarse).

Vamos, sobran lenguas en el mundo para que la política siga creando nuevas de lo que no son sino dialectos.

Existe el caso inverso, que por unión política a un determinado estado una lengua acabe siendo considerada un dialecto de la lengua estatal o de influencia en su entorno, a pesar de ser lenguas emparentadas cercanamente, pero no descendientes la una de la otra.

El gascón es una peculiar lengua romance de la tradicional Gascuña francesa, que comprendía el triángulo territorial entre Burdeos y Toulouse (y además el Valle de Aran, en Lleida, Cataluña).
Gascuña es un término medieval que proviene del ducado de Vasconia (Wasconia -> Guasconia -> Gasconia -> Gascogne, Gascuña, Gascony), y que según todas las pruebas documentales (textos aquitanos) era zona poblada por gentes de habla de euskera arcaico (prerromano).
Esta lengua romance evolucionó siguiendo muchos de los patrones fonéticos de los préstamos latinos en euskera (alrededor de un 60% del total del léxico vasco), como es el caso de f-> h- (flore -> hlor, fortia -> horça, etc.), -l- y -ll- > -r- (bella -> béra), -n- > -/- (farina -> haria), r- > arr- (rota -> arròda), -tr- > -t- (altre -> aute).
Bien, el asunto es que muchos la han considerado siempre un dialecto del occitano (lemosín, provenzal), lengua romance de todo el sur y sureste de Francia, lengua de la cual también se suele considerar históricamente dialecto el catalán, pero no hoy en día, perteneciendo a una entidad política distinta.
Mientras que siendo más distinto el gascón al occitano que el catalán al occitano (apenas unas pocas variaciones), a este sí que lo juntan con una lengua que casualmente se habla también en Francia.
Hay que tener en cuenta que ninguno de los anteriores cambios fonéticos que gravemente determinan la lengua gascona son compartidos por el occitano y que en el siglo XIV hay escritos occitanos llamando al gascón "lengatge estranh", lenguaje extraño o extranjero.

El último tema que voy a tratar en este post es el de las lenguas de Ryûkyû y el japonés.
Esta serie de dialectos se hablan en las islas del antiguo reino de Ryûkyû (invadido por Japón en el siglo XVII pero no anexionado hasta el siglo XIX).
Nadie hubiera dudado que se trataba de lenguas hermanas del japonés hasta el momento en que pasó a formar parte del mismo país.
Dentro de esta serie de lenguas estrechamente ligadas están el Okinawés, el Amami, el Miyako, el Kunigami, y especialmente la lengua Yaeyama y la Yonaguni.
Estas dos últimas presentan una serie de características fonéticas arcaizantes que las hace muy interesante desde el punto de vista del estudio de la historia de la familia lingüística japonésica (de la que forman parte el japonés y las lenguas ryûkyû).
Estas características son el mantenimiento de la p- original, que en japonés pasó a f- y luego a h-, así como de la d- y la b- que se convirtieron en y- y w- en las demás lenguas japonésicas.
Ninguna de estas lenguas es inteligible con el japonés, y gracias al aún imperante nacionalismo japonés pocos dudan en llamarlos dialectos, poniéndolas a la altura de hablas como la de la región de Kansai.

Vascos partout

Mi pueblo paterno es Vega de Ruiponce, en la Tierra de Campos, entre las provincias actuales de Valladolid y Palencia; diría que es castellano por los cuatro costados, si no fuera que antiguamente fue un enclave leonés (¡y no quiero resucitar viejas -y nuevas- heridas!).

Está regado por el Valderaduey. Este importante río castellano tiene un nombre bastante paradójico: proviene de Val d'Araduey, o sea, "Valle de Araduey", de lo que se deduce que Araduey era el antiguo nombre del río, que dio nombre al valle, y luego el valle al río. ¿Hay más ejemplos de ríos que recuperen su nombre tras cedérselo a su valle?

Pues Araduey, según nos recuerda el famoso Santiago Pisonero del Pozo, otro ilustre paisano de Vega, se documenta antiguamente como Aratoy, lo que él relaciona con arat- (forma vasca compositiva de haragi, esto es, "carne") y toki, "lugar"; esto es, "lugar de carne", por la abundancia de ganado de sus orillas. Pisonero defiende esta teoría por ser esta zona de la Tierra de Campos repoblada medievalmente por guipuzcoanos.

No es que defienda esta teoría (porque equivaldría a decir que tengo sangre guipuzcoana, y para todo un bilbaino de pro como yo, no es plan), pero es curioso. El propio nombre del pueblo (y una de las palabras de fondo más antiguo del castellano), Vega, también viene del euskera, según Lapesa: antiguamente era vaica, lo que éste relaciona con las formas vascas para "río" (ibai), "vado" (ibi) y "valle" (ibar), e incluso se podría relacionar la palabra para los lagos altos de los Pirineos aragoneses, ibon. Nada de esto es seguro, pero al menos es sugestivo (y yo que no quería hablar de hidronimia... XD).

Pensaba hablar de otros ejemplos de "Vascos partout", pero me lo guardaré para próximas entregas.

Europeo Antiguo

¡Hace poco que me he enterado de que hay una teoría que dice que tal cosa existió!

Me explico.

Al parecer una hipótesis defendida por el conocido lingüista indoeuropeísta Krahe afirma que una serie de nombres de la toponímia y sobre todo de la hidronímia (nombres de ríos) da unos indicios muy claros de la existencia de una lengua extinta de caracter indudablemente indoeuropeo anterior a la oleada céltica, germánica e itálica.

Se han encontrado pruebas en casi toda Europa Occidental, nombres a los que luego se superponen celtas, germánicos o incluso íberos.

¡La rama perdida del indoeuropeo!

No deja de ser curioso, que también con métodos similares otros lingüistas alemanes afirmaban la expansión de una lengua pre-proto-vascónica (o aquitana) por toda Europa, claro que eso en una época algo anterior.

Algunas raíces propuestas de esta desaparecida lengua indoeuropea:
*el-/*ol- ('fluir', 'manar')
*ser-/*sor- ('fluir', 'discurrir')
*sal-
*albh- (blanco)

Los ejemplos que ponen parecen bastante poco concluyentes, pero bueno, ¡la lingüística histórica es así!

Más información en:
Antiguo Europeo
Old European hydronymy

Unos buenos vaqueros

Una cosita rápida.

En uno de mis blogs favoritos, Malaprensa, se mencionó hace unos días una simpática confusión que quiero traer aqui.

En Informativos Telecinco entrevistaron a Rod Stewart. La traductora va traduciendo sus respuestas. Le preguntan cuál es su secreto para mantener la voz intacta a los 61 años. Y el cantante responde:

"Unos buenos vaqueros, y, por supuesto, no fumar"

¿¿Mantiene su voz intacta gracias a sus vaqueros??

¿Alguien es capaz, sin leer Malaprensa, de descubrir la clave? :D

Padremoñal II: Ajenjo y Albérchigo

He titulado este post Padremoñal, aunque sólo esté indirectamente relacionado con él, ya que los términos que vengo a tratar no son inventados, sino que pertenecen al fondo léxico castellano y se han mantenido en su prístina forma patrimonial (sen cuchesmos ;).

Seguro que alguna vez habéis oído las palabras ajenjo y albérchigo, aunque tal vez no sepáis darles una realización física concreta a los objetos que denominan (bueno, puede que haya algún que otro afortunado que sea habitual catador de ricos albérchigos comprados en el supermercado de la esquina).

Ajenjo es:
Planta perenne de la familia de las Compuestas, como de un metro de altura, bien vestida de ramas y hojas un poco felpudas, blanquecinas y de un verde claro. Es medicinal, muy amarga y algo aromática.

Seguro que aún no sabéis por dónde van los tiros.

Y es lo que tienen los cultismos, que uno no sabe luego ya ni reconocer las propias palabras del castellano en su forma evolucionada de manera completamente natural y regular desde las latinas.

Si os digo que ajenjo tiene su origen en el vocablo latino absinthium (a su vez del griego apsinthion), a muchos ya les sonará cierto licor verde llamado absenta (absinthe en francés e inglés, del mismo origen).

Hay un significado que recoge la Academia en referencia a ajenjo que es exactamente ese:
Bebida alcohólica confeccionada con ajenjo y otras hierbas aromáticas.

Lo que es más, oficialmente, absenta, aun estando aceptada en castellano, redirige su entrada a ajenjo, ¡pues ésta proviene del catalán!.

Ya lo véis, incluso el alcohol puede ser divertido de una manera sana :D
Y si os consideráis puristas de la lengua, aficionados al léxico patrimonial castellano o simplemente queréis hacer un boikot a los productos catalanes (xD) no os olvidéis de pedir licor de ajenjo la próxima vez que os queráis tomar una absenta.

La siguiente palabra tiene, si cabe, una historia aún más extraña.

Albérchigo es:
Fruto del alberchiguero. Es de tamaño vario, aunque por lo general de unos seis centímetros de diámetro. Su carne es recia, jugosa y de color amarillo muy subido, y su piel, amarillenta también, tiene una mancha sonrosada muy encendida por la parte que más le da el sol.

Sí, el hecho de que se trate de una fruta supongo que es de conocimiento general, pero... ¿con cuáles otros está relacionado?

Alguien con un mínimo de sentido de la evolución fonética patrimonial detectaría ipso facto que la palabra pérsico trata de ocultarse bajo esa inocente apariencia.

Una persona con un poquito más de conocimiento histórico sabría que una vez por toda Europa fueron muy populares las manzanas de Persia (transportadas hacia Occidente primero en los cauces comerciales normales del Imperio Romano y luego en el curso habitual de la Ruta de la Seda).

Estas "manzanas" (se las llamó así por ser éste el fruto típico por excelencia) tenían la peculiaridad de ser de color dorado y tener un tacto suave y aterciopelado, jugosas y con un gusto dulce como la miel.

El caso es que los melocotones mantuvieron su pérsico nombre en casi todas partes menos en la lengua castellana :) (ojo, durazno en Latino América, de duracinus).

Así, pues, peach en inglés, pêche en francés, pêssego en portugués, pesca en italiano y персик (persik) en ruso, vienen del malus persicus latino (o del griego Περσικόν, persikon).

Las preguntas inmediatas ahora son, ¿cómo ha llegado albérchigo hasta nosotros? y ¿por qué "melocotón"?

Bien, albérchigo, como podéis ver claramente, incluye el artículo árabe al- que delata a los préstamos de esta lengua, que en este caso entraron al castellano a través de la lengua mozárabe romance, desde el término original albéršiq.
Si el nombre padremoñal para ese fruto existiera debería ser algo parecido a pérchigo o pérchego.
Albaricoque, a pesar de su superficial parecido y su confusión con el fruto del alberchiguero, no tiene relación etimológica con estos (a través del árabe llega desde el griego βερίκοκκον, berikokkon).

Melocotón significaba originalmente membrillo (de malus melum > melimelum, "manzana de miel"), que también era llamado "malus cotonium" (siendo "cotonium" la planta del membrillo), pero como era común realizar injertos de "pérsico" en esa planta para mejorar el fruto, acabaron por identificarse ambos (véase por ejemplo la "nectarina").

miércoles, noviembre 01, 2006

Hwæt!

Hwæt (o Hwaeth) es una palabra con historia, y con historietas.

La historia es sencilla: se usa como "¡Escucha!", pero etimológicamente está más bien relacionado con la palabra "what" (qué); de hecho, tiene como origen el germánico común *hwa-, a partir de una base indoeuropea *kuod-, de la que sale el quod latino, que significa lo mismo.

Y las historietas tienen que ver con el famoso Beowulf, ese guerrero danés que protagonizó la obra más importante de la literatura anglosajona.

El "Beowulf" que conocemos comienza, precisamente, con la palabra "Hwæt!". Significaba "¡Escuchad!, ¡oid!":

Hwæt! We Gardena in geardagum, þeodcyninga, þrym gefrunon, hu ða æþelingas ellen fremedon.

En español vendría a ser: "¡Oid! Hemos escuchado el poder de los reyes daneses de los días antiguos, y de cómo los príncipes realizaron bravas hazañas".

Pero para algunos de nosotros, "Hwæt!" nos despierta una sonrisa por otra historieta relacionada con él.

Tolkien fue el mayor estudioso del Beowulf que ha existido en el siglo XX. Fue catedrático en varias universidades inglesas, y su pasión por el anglosajón era absoluta, y le gustaba intentar transmitírsela a sus alumnos, utilizando para ello incluso métodos algo "melodramáticos". Uno de los métodos que utilizaba era comenzar, el primer día de clase, declamando a voz en grito el comienzo del Beowulf. Y, tras la primera palabra, tras el mítico "Hwæt!", todos los alumnos enmudecían y lo miraban conmovidos.

O eso pensaba él. Porque después, uno de sus antiguos alumnos le reconoció que, en realidad, todos los alumnos se asustaban muchísimo, y pensaban que iba a ser uno de sus profesores más duros, por empezar la primera clase exigiéndoles silencio.

"¿Cómo exigiéndoos silencio?", respondía él. "¡Lo que gritaba era Hwæt!"
"Bueno, sí", le respondieron, "pero es que lo que nosotros entendíamos que gritaba era Quiet!"

Lo dicho... historietas :)

Repostería I: Tifón

De vez en cuando volveré a postear ("repostear") temas "filólogicos" que ya traté en su momento en otros foros, blogs, etc.
Esta serie de "reposterías" comienza hoy con una historia bastante curiosa.

Posteado originalmente en: Espacio Japón
Fecha: 10/09/2004


Un largo viaje por el mundo: La palabra tifón

Buenas!
Vengo a comentar un asunto muy curioso que me ha llevado algo de investigación en el día de hoy.
Ayer oí algo de un tifón en las noticias y automáticamente me vino a la mente que estamos en Septiembre y que en Japonés en Viñetas lo califican de el mes de los tifones, incluyendo en esas misma lección atmosférica la propia palabra 台風 (taifuu) .
Lo siguiente que hice fue coger un viejo diccionario enciclopédico de varios tomos que hay en casa para buscar la etimología castellana de esta palabra, ya que pensé...¿¿viene del japonés??
Encontré su origen en "τυφών" griego, cuyo significado es remolino, y me pareció bastante lógico.
Sin embargo me siguió inquietando el asunto y decidí buscar más.
¿Es posible que sea una coincidencia la asombrosa similitud fonética entre typhoon y taifuu? ¿Es acaso un préstamo de otra lengua? Pero entonces, cómo se explica que coincida el propio "viento" del tifón en una palabra extranjera, bajo su lectura onyomi fuu (muy utilizada en otros compuestos).
Busqué en el diccionario de kanjis por ver si aclaraban algo pero sólo encontré que el primer kanji del compuesto antiguamente se escribía 颱 (tai) en la palabra taifuu, con el componente viento adjunto, tal vez para enfatizar más el hecho de que el compuesto se refería a un fenómeno principalmente eólico.
Así que recurrí al Encarta, para acabar más desconcertado:

"Del port. del ár. clás. infl. por el lat. del gr. tufão,ṭūfān, typhōn"

¿Portugués? ¿Árabe clásico? ¿De qué estamos hablando?

Lo curioso es que lo definen específicamente como "ciclón del mar de China", descartando ciclones de otras partes del planeta...¿es una palabra oriental o es griega?

Finalmente me tiré a ver qué me decían las fuentes anglosajonas sobre typhoon (taifuun):

Greek tuphôn, whirlwind, and Arabic tûfân, deluge (from Greek tuphôn), and Chinese (Cantonese) taaîfung (equivalent to Chinese (Mandarin) tái, great + Chinese (Mandarin) feng, wind).

La cosa sigue sin quedar muy clara, pero la explicación que exponen a continuación (que no voy a reproducir aquí) concluye en que la palabra (hablamos del inglés) ha ido sufriendo varios cambios desde que se introdujo en la lengua, ya que primero fue tomada prestada de algunas lenguas de la India (las cuales a su vez la habían tomado del árabe de las etnias musulmanas que habían llegado hasta allí, árabe a su vez que lo había tomado del griego, significando remolino como nombre común o "Padre de todos los vientos" como nombre propio mitológico) bajo la forma "touffon", que fue más tarde influenciada por la palabra taiffung china y que finalmente tras varias ortografias distintas, alguien debió de darse cuenta de su origen griego y adoptaron la forma más helenizante que es typhoon, que no obstante viene del cantonés, que a su vez viene del árabe, que a su vez viene del griego,

Y después de todo esto, al parecer pasó del chino al japonés... para dar la casualidad de que sus lecturas onyomi taifuu dan practicamente una palabra homófona a la inglesa typhoon (teniendo en cuenta que la nasalización de las vocales largas, como byôbu > biombo).

http://www.yourdictionary.com/ahd/t/t0448600.html

Padremoñal

Un día, Fiondil y yo descubrimos que teníamos una afición en común... ¿qué digo afición? Una pasión desbordante y arrolladora:

El Castellano Padremoñal (sen cuchesmos).

¿De qué se trata? Veamos:

El latín tenía la palabra DIRECTU(M). El castellano la tomó, y realizó en ella determinados cambios fonéticos relativamente regulares. Por ejemplo, abrió las vocales átonas (I>E, U>O) y palatalizó primero la C y luego la T. De esta manera, DIRECTU dio *direito, *dereito y finalmente "derecho".

¿Pero que ocurrió? A alguien, "derecho" le pareció demasiado pueblerina, demasiado chabacana, poco propia para sus altos orígenes. Así que decidió recuperar la voz latina, hacerle los cambios indispensables y devolverla al castellano como una "voz de cultura", un injerto del latín inserto en el castellano: "directo".

De esta manera, tenemos que "directo" y "derecho" son un "doblete" de palabras, una patrimonial, y otra un cultismo. Hay varios dobletes en castellano, fruto de esta guerra entre lo natural y lo artificial: por ejemplo, sabemos que de FACTU(M) el castellano hizo "hecho", y por lo mismo, de FACTURA(M) dio "hechura". ¿Alguien puede comparar la belleza de esta voz con la de su insípido cognado cultista "factura"?

Pero lo peor fue que algunas palabras entraron al castellano directamente en su forma cultista, o bien que la forma patrimonial acabó por perderse. Por ejemplo, si "cultura" hubiera seguido por los caminos que el castellano viejo había marcado, habría sido una verdadera muestra de "cuchura"... igual que el antiguo AUSCULTARE se convirtió en el tradicional "escuchar", frente al que, nuevamente, las hordas cultistas nos impusieron el horrendo "auscultar".

¡Bien! ¡Pues ya es hora de sacudirnos los yugos de los cultismos! Así, siguiendo el testigo de la lista Ideolengua y del primer texto conocido (el listado de Seños del Zoyago ("Signos del Zodiaco", realizado por Francesc), aquí y ahora, FilóbLogos declara que levanta sus lanzas y eleva sus estandartes para luchar por la expansión del Castellano Padremoñal (sen cuchesmos), y la recuperación de esos fenómenos fonéticos que nunca debieron perderse de nuestro vocabulario.

¡Arriba la cuchura lengüéstega traicional! ¡Hasta la bechoria! ¡Viva el Padremoñal!