jueves, junio 28, 2007

Hurgapalabras

Habría muchas cosas que decir de Ale Murgia. Compañero de la lista de correo más antigua sobre Tolkien, la Lista Tolkien, demostraba en ella no sólo unos conocimientos enciclopédicos, sino también un increible buen humor y una bondad personal impresionante.

Sin que de esto se tenga que venir lo siguiente, resulta que además, Alejandro es también un apasionado de la etimología. Y, partiendo de algunos mensajes que envió a la lista de correo, ha ido creando el blog Hurgapalabras.

En él nos encontramos preguntas como:

"¿Qué tiene que ver traer con entrenar? ¿Y una etiqueta con el astigmatismo? ¿Tensar una cuerda puede tener relación con un tónico reconstituyente? ¿Y todo esto con Tolkien?"

"¿Qué tienen en común los puerros, el agua que bebemos, Tolkien, y el Príncipe Guillermo de Orange?"

"¿Qué tienen en común los ponis del Señor de los Anillos, Don Quijote, un pollo, el fuego y las sierras de Córdoba?"

Ale (o "Bungo Bolsón", como lo llamamos por otros lares) realiza en estas entradas (poquitas, lamentablemente) apasionantes viajes por la historia de las palabras y la etimología, sin dar pie a la "fantasía etimológica"; con gran amor por la erudición y por el lenguaje.

Así que, como regalo especial para todos los lectores con ocasión de nuestro Filopost número 50, ¡nuestra más sincera invitación a Hurgapalabras!.

domingo, junio 03, 2007

Zaldiko-maldiko

Aunque me he demorado un poco más de lo esperado y tengo más temas que podría tratar, lo prometido es deuda y aquí va pues el post sobre los nombres para decir caballo en diversas lenguas.

Como ya he hablado de las palabras para caballo en otras familias lingüísticas (altaica, etc.), ahora lo voy a hacer principalmente en la indoeuropea.

Aun sabiendo poco de indoeuropeísmos y demás asuntos, no debiera ser raro que cualquiera pudiera al instante identificar como básica la raíz *ekwo- que da lugar a los sustantivos equinos en el eje clásico indoeuropeo.
Y puedo citar unos cuantos ejemplos que con reglas de transformación fonética relativamente simples son apreciables herederos de un mismo concepto y palabra:

Lenguas Clásicas:
Latín: equus (caballo), equa (yegua)
Griego clásico: hippos, dialectal hikkos
Sánscrito: asvah
Persa avéstico: aspa (asp en persa moderno)

Lenguas Celtas:
Gaélico antiguo: ech
Galo: epos (como en la diosa Epona)
Galés: ebol (potro)
Bretón: ebeul (potro)

Lenguas Germánicas:
Gótico: aiwah
Nórdico Antiguo: jōr (poético solamente)
Anglosajón: eoh (caballo de guerra)

Lenguas Romances:
Castellano: yegua (frente al italiano cavalla)
Rumano: iapă (yegua también)

Otras lenguas:
Lituano: ešva, ašva (ya obsoletos)
Tocario A: yuk
Tocario B: yakwe

Apunto aquí dos fenómenos fonéticos que creo son importantes para entender el parentesco de todos estos vocablos:

- El cambio -kw- > -p- que se da transversalmente en varias lenguas europeas y que transforma el *ekwo- inicial en *epo- (Esto se ve en Griego clásico, frente a su alternancia dialectal con mantenimiento de la velar -k-, y las Lenguas Celtas del grupo p-, Galo y Britónico, frente al Gaélico del grupo q-). Secundariamente se observa un cambio similar (es muy universal) en la forma aspa del avéstico (¿de *a(s)kwa?) y el más moderno iapă rumano (desde *iaqua).

- El cambio -k- (palatalizada) > -s- / -ç- / -š- (sibilante), que divide a las lenguas indoeuropeas en SATEM (orientales) y KENTUM (occidentales). Es observable el cambio a sibilante en Sánscrito, Persa y Lituano.

Las demás variaciones son fácilmente explicables por los cambios regulares de las vocales, y caso aparte serían las germánicas, que aspiran y finalmente pierden la -k- velar.
Las dos lenguas tocarias documentadas muestran claras evidencias de ser parte de una rama indoeuropea occidental a pesar de que aparecieron en el Turquestán Oriental (actual provincia de Xinjiang china), bajo el nombre chino de 月氏 YueZhi (el Pueblo de la Luna) siendo descritos con apariencia claramente europea, pero esto es otra historia y no será contada aquí y ahora.

A pesar de esta abrumadora mayoría de emparentados términos de dicha raíz, existen aún unos cuantos grupúsculos dignos de mención y que sin duda resultarán más interesantes por estar menos familiarizados con ellos.

Del latino y actual caballo se puede decir que es sin duda tardío y que inicialmente significaba exclusivamente "caballo de labranza" o "caballo castrado" desde el latín cabō, cabōnis, pero que su extensión, geográfica y semántica, se amplió durante el período de Romance Común, y hoy en día lo encontramos con el significado primario de caballo en Francés cheval, Italiano cavallo, Rumano cal, Portugués cavalo, Gallego cabalo, Catalán cavall y no sólo en lenguas romances, sino también en Irlandés capall, Galés ceffyl e incluso Eslavónico Eclesiástico kobyla, prestado como "yegua", y Griego kábēlos (caballo castrado).

La influencia del latín tardío no termina ahí; otro término de significado limitado pasó a ser prestado a múltiples lenguas: paraverēdus, "caballo de reserva en la casa de postas" (es analizable literalmente como para-, junto a, y verēdus, camino para carros, nuestro vereda, desde via+rēda, palabra celta prestada al latín, para "carro").
Éste tuvo gran aceptación en el germánico continental, desde el Antiguo Alto Alemán parafrid, hasta el Alemán Pferd y el Holandés paard. Pero también es el tipo específico de caballo representando por palefrei en Francés Antiguo, palfrey en Inglés y palafrén en Castellano.

Y ya que hablamos de lenguas germánicas, hay que decir que en las lenguas no continentales tuvieron más éxito otros términos para caballo, relacionados con atribuciones adjetivas de características propias como son estos dos casos:

"Corredor"
En Inglés horse, Antiguo Nórdico hross y Antiguo Alto Alemán ros, todas ellas emparentadas con los latinos *cursere (correr), cursor (corredor) y cursus (carrera), desde un antiguo *korso- tal vez, con el cambio -k- > -h-, y que tiene su claro paralelo en la palabra castellana corcel, que proviene del francés medieval corsier (corredor). Pero ojo, que en sánscrito kurd- significaba "saltar".

"Saltador" o "Veloz"
Hestr, hest, häst, hengest, hengist, hengst, hingst son palabras para caballo, caballo macho, semental, etc. en Nórdico, Danés, Sueco, Inglés, Alemán, Holandés, es decir, que existe una cierta variación semántica (de hecho en las escandinavas es la palabra principal para "caballo"), pero todas ellas tienen un origen común, que se dice puede estar relacionado con el propio "haste" (rapidez, en Inglés), y el Lituano šankus (recordemos aquí el cambio -k->-š-), veloz, y šokti, salto, y que tiene un claro aspecto de superlativo (-st).

Palabras anglosajonas como steed (corcel), stallion (caballo macho) o studhorse (caballo semental), que tienen sus parientes en otras lenguas (stēda, stōðhross, étalon, stallone...) provienen todas ellas de "establo" (desde la raíz ide. stā-, estar, levantarse, estar situado, inglés stand, etc.).

No se puede negar que la familia altaica no haya penetrado también en las lenguas indoeuropeas mediante préstamos equinos, por medio de dos frentes:
El mongol morin aparece en ruso como merin (por metafonía -o- > -e-), caballo castrado.
El pantúrquico at cala en las lenguas que formaron parte de la antigua dominación otomana, en Serbo-Bosnio y Rumano medieval "at" tal cual, y en Griego Moderno ατι.

Y ya para terminar, un préstamo para caballo menos usual como es el bizantino φάρας, φαριον, desde el árabe fāris ("rider", jinete, corredor...), que tuvo su extensión durante la Edad Media y tiene su reflejo también en el Alemán Medio vārīs.

(En la imagen superior: Pintura rupestre equina de increíble detalle hallada en la cueva de Ekain, Gipuzkoa, circa 15.000 a.C.)