domingo, mayo 20, 2007

Del bitio al programario

Navegando azarosamente por internet, encontré este interesante artículo, "Translating Computer Abbreviations from English into Spanish: Main Types and Problems", de José R. Belda Medina, de la Universidad de Alicante. El artículo hacía un repaso por distintas propuestas de traducción de terminología informática, y a partir de él, se me ocurrió hacer un repaso de distintas traducciones.

Sabemos que la terminología informática proviene en su práctica totalidad de los Estados Unidos, y por ello surge en inglés. A partir de aquí, como ha ocurrido siempre, se ponen en marcha distintos procesos de traducción, adaptación o asunción directa de los términos. El autor se centra aquí en las abreviaciones formadas por siglas (acrónimos o no).

Parece que el consenso entre los utilizadores de estos términos ha sido más cercano a mantenerlos en su forma original, como PC ("Personal Computer", ordenador personal), RAM ("Read-Only Memory", o memoria de sólo lectura), o WWW, por "World-Wide Web", "red de alcance mundial".

No obstante, ha habido intentos contrarios. Uno de ellos fue el de traducir la WWW por una combinación de términos que daban como resultado, precisamente, una inversión vertical de la abreviatura, pasando así de la "World-Wide Web" a la "Malla Máxima Mundial": de la WWW a la MMM. Esta traducción fue propuesta por José Antonio Millán en el Congreso de Zacatecas.

El autor recuerda alguna otra traducción poco exitosa, citando "dibín" por "dígito binario" (que traduciría "bit", que es "binary digit")... aunque la RAE lo que recoge, como forma "poco usada", es "bitio". Para "byte" existe también "octeto".

Términos como "software" o "hardware" han sido traducidos en otras lenguas como el catalán ("programari" y "maquinari") o el francés. En castellano, sin embargo, se prefieron mantener así, y así lo admite la RAE, aunque se llegó a proponer "programario" aunque sí se han traducido otras como "free software", "software libre" (y se han propuesto cosas como "software de código fuente abierto" para "open source software").

Muchas veces el éxito de una traducción depende de que Microsoft apostara por ella. Por eso hoy en día "save" se traduce por "guardar" (aunque se usa también "salvar"), y "file" se traduce por "archivo", más que por "fichero", dejando así "archivo" para los comprimidos tipo ZIP, como se usó en un momento.

"Reset" es "reiniciar", aunque también se usa "inicializar" (un palabro bastante poco correcto, por cierto). Las "fonts" ahora son "fuentes", acepción no recogida por la Academia, en vez de "tipos de letra".

Y por otra parte, han surgido todo un conjunto de verbos adaptados directamente, como "Hostear" (alojar), "resetear", "chatear" (charlar), "clicar" (hacer "click")...

En fin, un mundo apasionante, en cuyas curiosidades seguro que vosotros podréis ahondar :)

miércoles, mayo 09, 2007

Repostería: Mearas euroasiáticos

Con éste continúo un poco lo comentado en el anterior post, y lo enlazaré con más términos equinos en el próximo post.

Posteado originalmente en: TCMS
Fecha: 11/08/2005


Mearas eurosiáticos
Nuevamente vengo aquí con otra historia de raíces, palabras y la Tierra Media por medio (valga la redundancia).
Esta vez, como casi todas, la investigación fue provocada por una casualidad, mientras leía el libro Koguryo: The Language of Japan's Continental Relatives.
Bueno, como el tema principal de este post no es eso, bastará situarse un poco: Koguryo (高句驪) era uno de los tres antiguos reinos de Korea entre el siglo II a.C. y el VII d.C. más o menos. Koguryo abarcaba Manchuria al Norte (la provincia más septentrional de China: Heilong-Jiang), y al sur la actual Corea del Norte y parte del norte de Corea del Sur. Los otros dos reinos, Paekche (o Bajke) y Silla ocupaban el centro y el sur de la actual Corea del Sur. El koreano actual desciende de la lengua de Silla (pues éste reino conquistó a los otros dos con ayuda de la dinastía china Tang), cuya lengua estaba emparentada con la del pueblo del reino de Paekche (aunque la nobleza de este reino tenía como lengua una emparentada con la de Koguryo). La lengua de Koguryo (documentada en unas cuantas glosas de topónimos con su equivalente semántico chino y su equivalente fonético en hanzi) en principio no parece estar emparentada ni con el koreano actual, ni con la lengua de Silla o del pueblo de Paekche (pero sí con la de su clase gobernante), sino con la de un reino antiguo de más al norte, llamado Puyo. El caso es que parece más o menos probado que la lengua de Koguryo-Puyo y la Japonesa (cultura Yayoi-Wa) tienen un orígen común.
Resulta que en una de esas glosas de los topónimos aparecía la siguiente:
駒城縣 [chü ch'eng hsien] "Colt City" = "Ciudad del Potro", glosado fonéticamente en Koguryo como 滅鳥 *merυ(valor fonético)+縣(ciudad, valor semántico), y analizado como *mer-υ (pronunciación del chino medio de dichos hanzi), siendo -υ un diminutivo Koguryo, que provoca metafonía de *mar- a *mer-. Así pues, se concluye que la palabra Koguryo para caballo es *mar.
Lo que me llevó a investigar más fue el siguiente comentario que le atribuía a dicho vocablo "amplia difusión por toda Eurasia".
En japonés caballo suele ser ma- o uma-, pero la caída de la líquida -r en sílaba cerrada entre Koguryo y japonés es típica y regular (como kir, árbol, -> ki, o mir, tres, -> mi-).
Ambas palabras pueden no obstante ser préstamos del chino (pronunciación actual) mă (3er tono), hanzi 馬, o puede que las tres palabras sean préstamos de una tercera lengua altaica o indoeuropea.

Decidí rastrear más y, bueno, en las lenguas altaicas encontré "morin" como palabra para caballo en Manchú y en Mongol Clásico, mientras que en Mongol actual es морь[mor].
Pero en las lenguas túrquicas no encontré nada parecido, sino el recurrente "at" como palabra para caballo.
En Koreano actual, no obstante, sí que hay una palabra emparentada, bien o con el chino medio o con el término Puyo-Koguryoico-Japonés, puesto que es sorprendentemente similar: mar (o mal) 말.
Y bien, vayamos pues a la familia indoeuropea, en la cual ya conocía la existencia de esta raíz, y bueno, supongo que muchos de vosotros también, gracias a Tolkien.
La raíz ide. es *marko-, que curiosamente sólo está documentada en las lenguas celtas y germánicas en los siguientes cognados:
Irlandés: marc
Galés: march
Galo: markan (ac. sg.)
Antiguo Alto Alemán: marah
Anglosajón: mearh (en inglés mare, yegua)
Antiguo Islandés: marr
Gótico: marh

Tolkien usó la palabra anglosajona, cuyo plural es "mearas", para denominar a los caballos salvajes que habitaban en Rhovanion. Léod, líder de los éothéod, intentó domar a uno de ellos, pero éste le mató, y su hijo, Eorl, lo consiguió, y le llamó Felaróf. Los guías que condujeron a los antepasados de los éothéod a la batalla aliados con Gondor eran Marhari, y su hijo Marhwini (Amigo de los Caballos: Philippo), ambos nombres usan la palabra gótica marh.
El propio nombre de la Marca, como ya ha sido comentado muchas veces, sugiere varias ideas:
1) Marca fronteriza que establece un imperio al cargo de un pueblo bárbaro aliado para defenderles de otro.
2) El reino de Mercia anglosajón
3) La propia palabra mark-/marh/mearh para caballo.


Puede que no sea todo más que una casualidad de similitud fonética y semántica, como pasa muchas veces, pero hay ciertos detalles intrigantes (como que por ejemplo en ide. sólo lo usen los celtas y los germanos) o como que precisamente tenga tanta difusión entre los pueblos de las estepas cuyo elemento central de la cultura es el caballo.

viernes, mayo 04, 2007

Lentillas y lentejas

No, éste no es un post sobre el padremoñal. Pero sí comienza con la pregunta siguiente: ¿qué tienen que ver las lentillas con las lentejas? La respuesta es simple: ambas son lentes pequeñitas.

O, dicho de otra manera, diminutivo de "lentes". El primero es un diminutivo ya de época castellana, y el segundo es diminutivo latino, LENTICULAS, que en derivación normal es "lentejas". Ambas tienen forma de lente, y en ese aspecto no se pierde la relación entre los diminutivos y sus formas originales.

Pero hay varios otros diminutivos cuyas formas originales son bastante insólitas. Que una "bombilla" sea realmente un diminutivo de "bomba" parece claro, para quien pueda olvidarse de los explosivos y recordar qué son las formas "abombadas". Unas "comillas" no son más que comas pequeñas, que se ponen en la parte de arriba de la letra y no en la de abajo, eso sí. Y un "ovillo" se forma cuando se organiza una hebra en forma de huevo (OVUS), claro.

El pueblo de Cercedilla no es más que un hijo del hoy mucho más pequeño de Cerceda (que proviene de "cereceda" y de las cerezas en último término, claro). Un palillo es, obviamente, un palo pequeño, y una tortilla, antiguamente, una especie de torta.

Así que un "montículo" es un pequeño monte, una "película" es una pequeña piel (porque la película era antes sólo el material en el que se grababa, y era una superficie muy poco gruesa: se habla de "una película de agua cubría la carretera", por ejemplo). Un postre antiguamente hecho con nata era la "natilla", y la "rótula", un hueso con forma de rueda (ROTA), está en la "rodilla".

Seguro que hay más gente que recuerda diminutivos insólitos: la parte de comentarios está a vuestra disposición, para ayudarnos a completar este pequeño arte que es el "artículo" ;)

miércoles, mayo 02, 2007

Salsa tártara

No, no es una repostería.
El título se refiere tanto a lo mezclado que va a estar este post (lleno de ideas sueltas con un único denominador común) como con el revuelto de conceptos lingüísticos e históricos que conlleva el hablar de los pueblos tártaros.

El término tártaro fue durante siglos un cajón de sastre en el que las gentes del mundo "civilizado" metían a una variedad abrumadora de pueblos y tribus muy distintos étnica, política y lingüísticamente, aunque siempre muy mezclados, y por tanto similares en físico, lenguas y costumbres a los ojos occidentales.

El nombre proviene originalmente de un cambio fonético del etnónimo "tatar" (tátaro) realizado por analogía con la palabra Tártaro, el infierno clásico, del cual creían que provenían estos jinetes salvajes.
Hoy aplicado a ciertas naciones que habitan en la Confederación de Rusia y en Crimea (dependiente de Ucrania).
En chino se les llama aún Dada (塔塔), del mismo origen, a ciertas etnias minoritarias de su territorio (mongólicas y túrquicas).

Y es que túrquicos, mongólicos y tungúsicos poseen hablas que son clasificadas por muchos estudiosos bajo el término altaico (por las montañas Altai), una macrofamilia cuya relación de divergencia no ha sido aún probada eficazmente (es decir, que todas esas lenguas tuvieran como origen una única común a todos en un tiempo no es algo seguro), pero cuya convergencia es innegable, pues todas ellas comparten bastante fondo léxico, derivado de los múltiples contactos entre ellos a lo largo de los siglos, y un modo de vida similar.


Para los antiguos chinos imperiales fueron los molestos Xiongnu de las estepas los que les hostigaron durante décadas, antes de que estos decidieran atravesar las infinitas llanuras de Asia y llegar hasta los límites del Imperio Romano, quienes les conocieron con el nombre de Hunos. Ambos nombres tienen también un mismo origen.

Sobre el Rey de los Hunos Attila se dice que tiene ese nombre porque en lengua goda significa "padrecito" (del gótico atta, más un diminutivo, también en el turco Atatürk, "padre de los turcos"), bastante apropiado debido a la gran prole que engendró, pero eso sería un exónimo ("Atli" es un personaje importante en las sagas germánicas antiguas y las Eddas, sobre todo en la de los Nibelungos)... desde las propias fuentes túrquicas su nombre debería de tener relación con at, caballo (que sin apenas variaciones es aún el sustantivo actual en la mayoría de las lenguas túrquicas), elemento sin duda vertebrador de la cultura de la estepas.

En las mongólicas y tungúsicas (así como en chino, koreano, japonés, y ciertas lenguas célticas y germánicas) caballo proviene de una cierta raíz *ma-, pero esa es otra historia (y una repostería que seguirá a este post).

Hablando un poco de las palabras que nos han llegado de estos pueblos, podría enumerar las siguientes:

El más conocido, khan, cuyo significado no es exactamente el de "rey" (aunque así se suele traducir en el caso de Genghis Khan, "Rey o Emperador Universal") sino más bien "líder guerrero de una confederación esteparia en pos de una campaña bélica", usado por túrquicos, mongoles y manchúes, no debe confundirse con el término khaghan (en otra grafía: qaγan), en lengua mongol pierde la g intermedia (khaan), que es un compuesto traducido como "Gran Khan" o "Khan de Khanes". Otro compuesto relacionado es ilkhan, "khan provincial o regional", un título menor.


A nivel de nombres modernos de nacionalidades etimológicamente túrquicas tenemos kazako o kazajo, cosaco, húngaro y búlgaro (curiosamente sólo uno de estos cuatro es realmente una nación de habla túrquica).
Kazako (en su forma original kazakh) significa literalmente "hombre blanco", aunque en su sentido figurado es más habitual encontrarse el de "hombre libre" (el mismo que los franceses, del germánico franc, libre, inglés free) o "caballero", que la RAE señala correctamente como origen de cosaco bajo esa denotación, pues aunque los cosacos no estaban formados más que en una parte no amplia por poblaciones túrquicas de Rusia (tátaros) su nombre es tal. Así, pues kazajos y cosacos comparten etimología de nombre (de hecho en ruso cosaco se dice Казак, kazak, y kazajo Казах, kazakh) y nada más.

El propio akh túrquico, blanco, se ha intentado enlazar con los términos japoneses akai (rojo) y akarui (brillante), estableciendo una raíz altaica *aq-, de significado "claro, brillante", de igual manera que kara, negro en túrquico, con los japoneses kuroi (negro) y kurai (oscuro).

El caso de los húngaros y los búlgaros es distinto aunque ambos comparten historia.
Los búlgaros fueron originalmente una nación mixta (y de ahí su nombre, del verbo bulgamaq, "mezclar") con un núcleo hablante de un dialecto antiguo del túrquico común (dialecto cuya peculiaridad persiste hoy en día en la lengua Chuvash de Rusia, en la que la -z- del túrquico antiguo se rotaciza a -r- y la -š- del túrquico antiguo tiene su equivalente en una l del Chuvash, procedentes ambas de una l sibilante anterior, ł).
Esta confederación búlgara era también conocida como Onogures, que en túrquico significaba "Las Diez Flechas" (On-Oghur).
Entre estas tribus establecidas en el Volga se encontraban los húngaros, hablantes de una lengua urálica o fino-úgrica, pero con aspecto y costumbres túrquicas. Al migrar a Pannonia, éstos fueron identificados como Onogures, y se les dio este exónimo (en alemán Ungar), al que posteriormente se añadió la h- pues su nombre se creyó etimologicamente procedente de los Hunos (los húngaros siempre se llamaron a sí mismos magyar, aunque se consideraron por un tiempo descendientes étnicos y lingüísticos de hunos y búlgaros).
Los búlgaros acabaron mezclándose con las gentes de habla eslava de la actual Bulgaria balcánica y perdieron su lengua túrquica, no sin dejar un bonito rastro léxico de superestrato en el búlgaro-eslavo antiguo.

Hay algunas palabras más mundanas que hemos venido aceptando en nuestro propio léxico occidental:

Carcaj no tiene un origen tan claro, pues se le sugiere procedencia persa a través del griego, pero bien podría tener la misma raíz que su pariente anglosajón quiver, que viene del latino cucurum, uno de los pocos préstamos de la lengua de los hunos, pues en mongol se dice kökür a la aljaba para transportar flechas, en francés antiguo cuivre, desde el franco-germánico cocar.

Yurt es la palabra más usada para designar a las tiendas de planta circular que pueblan los territorios nómadas de Asia Central y Mongolia, cuando sin embargo nos ha sido cedida del ruso desde las lenguas tátaras, ya que en mongol se dice ger.

Por último, nuestro vulgar yogur es una palabra turca (en ocasiones se la dice búlgara), yoghurt, que continúa una larga tradición láctea de estos pueblos, y al parecer es el sustantivo derivado del verbo yoghur (amasar).


Por cierto, la sala tártara no tiene nada que ver, es de origen francés :D