miércoles, diciembre 13, 2006

Reductos del paganismo

Existe entre nosotros un reducto del paganismo. Muy poca gente lo reconoce, pero llega a nosotros constantemente, con una regularidad asombrosa. Comienza el lunes, pasa por el martes y el miércoles, se hace fortísimo el jueves y el viernes, y sólo nos deja descansar el sábado y el domingo. El resto de los días nos acompaña, retrotrayéndonos a las épocas en las que otros dioses poblaban nuestras tierras y nuestros corazones.

Me refiero, claro, a los días de la semana.

La mayor parte de los días de la semana en castellano provienen casi directamente de los antiguos días romanos. Éstos estaban dedicados cada uno a un dios, y casi todos se han mantenido hasta nuestros días, pese a los intentos eclesiales de sustituirlos por formas como "Segunda feria", "Tercera feria" y así (que sí frucificaron, sin embargo, en Portugal).

La estructura era la del nombre del dios en genitivo, y luego el nombre "dies", como en MARTIS DIES: "Día de Marte" o JOVIS DIES: "Día de Júpiter". En español de España dejó de usarse "día" (aunque en muchas partes de Hispanoamérica siguen diciendo "día lunes", "día martes"); la -I- de MARTIS y JOVIS se abrió a -e-, como es normal, y la -O- diptongó en -ue-, dando así "martes" y "jueves", de forma totalmente regular.

El viernes era el día de Venus, o VENERIS DIES: con la diptongación de la primera -E- debería haber sido, regularmente, "vienres", pero se ve que no gustó mucho, y la -R- y la -N- cambiaron su sitio para volverse un más eufónico "viernes".

El día antes del martes estaba dedicado a la luna, y así era LUNAE DIES. Esto habría dado en español "lune", pero como el resto de días terminaban en -s, pues éste tomó también la -s, convirtiéndose en "lunes".

Y el posterior al martes igual, porque estaba dedicado a Mercurio, siendo MERCURII DIES. La primera -E- diptongó (llevándose el acento que originalmente no estaba ahí, por cierto), la -U- se abrió en -o-, y la doble -II se convirtió en -e. Esto hubiera dado "miércore"; por analogía, tomó la -s también; y dado que las dos -r- tan juntas parecieron ser un problema, de "miércores" por disimilación se pasó a "miércoles", más fácil de decir.

(Con lo que en padremoñal los días de la entresemana serían "lune", "martes", "miércore", "jueves" y "vienres"!, por cierto)

En los otros dos días sí se generalizó el nombre cristiano: "sábado" (por la fiesta judía del sabbath) y "domingo", de DOMINICUS, "(día) del Señor". Los días paganos eran, el del domingo SOLIS (del sol) y el sábado SATURNIS (de Saturno). Si se hubieran mantenido, ¡¡llamaríamos al sábado "sadornes" y al domingo "sueles"!!

Pero con lo que tenemos nos basta para mantener este hilo que nos une con las creencias que tuvieron los padres de nuestros padres, y que hacen que, aun reducidos a la guarda de los días de entre semana, los dioses paganos aún vivan entre nosotros.

2 Comentarios:

At 10:56, Blogger Asier G. dice...

Bueno, eso que pones como padremoñal sería más bien un cultismo no?
y lo de vienres.... la evolución alternativa más normal y padremoñesga hubiera sido "viendres" no?

 
At 21:01, Anonymous rituales para el dinero dice...

El paganismo fue víctima, el neopaganismo una reivindicación. Yo celebro las fiestas paganas que puedo, aunque me faltan muchas por conocer, aunque el ateísmo me va mejor.

 

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